Las emociones vividas en el Tomaghello hacen que el análisis futbolístico del triunfo ante Coquimbo quede un poco de lado, sin embargo hay mucho que resaltar en el rendimiento del equipo de Crespo. Teniendo en cuenta el contexto y sobre todo la instancia del partido, no es exagerado afirmar que la del primer tiempo pudo haber sido una de las mejores producciones de la historia de Defensa.
Pintaba para un partido apretado y sin emociones, incluso más de uno se preparó para sufrir en penales pero nada de eso ocurrió. Defensa tuvo un primer tiempo perfecto en el que definió la serie siendo abrumador, borrando de la cancha a su rival, aprovechando la enorme figura de Romero y con serias posibilidades de ampliar el margen.
Incluso el gol de los chilenos a los 9 del inicio, agigantó más la proeza de Defensa ya que se repuso al golpe de manera automática y empató en la siguiente jugada. A esa altura solamente servía ganar y el once de Crespo lo hizo a lo grande. Romero y su hat trick le dieron una ventaja definitiva al local.
El ST tuvo menor intensidad por parte de Defensa y la visita apenas pudo descontar. La diferencia en el juego fue enorme y para que la noche sea más inolvidable, el Halcón la plasmó en el marcador.