En cada partido de Copa que pasa, la figura de Braian Romero se acrecienta todavía más. Fue héroe del Halcón en todas las series y ante Bahía también, marcando tres goles. Su tanto en el arco que apunta a La Patriada, sobre el cierre del duelo contra los brasileros ya es uno de los más gritados de la historia del club.
Como siempre le tocó hacer mucho más que convertir, como es costumbre jugó en todos el terreno de juego, aportando sacrificio y a veces lejos del área. Esto muchas veces le imposibilita tener más situaciones claras, ya que cuando llegan los desbordes muchas veces no está en el área pero las pocas que tiene las aprovecha al máximo.
Sin embargo la llegada de Bou parece ser una solución de cara a las tres finales que vienen. Contra Bahía ingresó a los 25 y en dos jugadas demostró que puede aportar aire nuevo al ataque. No solamente en el área sino que también para retrasarse y repartirse las tareas con Romero. De hecho el gol llegó de esa forma: Tomó la pelota en posición de diez, se acomodó para sacarse la marca del rival, mientras se tomaba la pausa exacta para que el goleador llegue al área. Su pase fue perfecto y la definición también.
Es el sexto gol del 31 que ya es el máximo artillero de la Copa. Promete ir por más y parece haber encontrado su asistente ideal. La dupla que ilusiona.