La vuelta de los cuartos de final de una Copa Internacional, se la tiene que disputar con dientes apretados, pierna fuerte, con la concentración al cien por ciento y con la presión de saber que un error puede complicarlo todo. Así jugó Defensa el segundo tiempo del duelo vs Bahía.
Fue de menor a mayor, luego de un primer tiempo en el que visiblemente la visita se vio más asentada gracias los desbordes de Paraiba, la iniciativa de Rossi y la presencia amenazante de Gilberto. Defensa también se propuso ir a buscar el gol que cierre la serie y por eso se vieron tramos vertiginosos en los que ambos bandos fueron de arco a arco intentando quebrar el cero sin suerte.
Cuando los brasileros llegaron, se encontraron con la barrera de Unsaín y Frías, este último tapando un gol sobre la línea que le posibilitó a los de Crespo llegar al complemento con más tranquilidad. Aquí el correr de los minutos fue el principal aliado de Varela. Una línea de cuatro inquebrantable y los ingresos de Fernández y Escalante, le taparon las vías a los de Menezes.
La tensión jamás se fue del Tomaghello durante esa segunda etapa, pero desapareció por completo y se transformó en desahogo con la habilitación de Bou y el gol de Romero. Fue el 1-0 definitivo luego de 88 minutos de arduo trabajo. 88 minutos de dientes apretados, pierna fuerte y concentración al cien por ciento. Así como sabe Defensa.