La realidad de Defensa está muy lejos de ser la añorada. En el terreno de juego el equipo ofrece pocas respuestas y para preocupación de todos, también se ve reflejado en los números. La victoria de Colón no fue tan contundente como en la fecha 1 pero ganó con cierta comodidad y casi sin que el Halcón ofrezca resistencia.
Ya de entrada Crespo puso un mix con varios futbolistas que habitualmente no vienen jugando de arranque. Probó variantes en los nombres propios en parte por obligación y también para guardar algunos para la Copa, pero no hubo variantes en el sistema. La línea de tres se mantiene inalterable pese a que todavía no funciona. Principalmente porque arriba hay pocas propuestas claras y también hay imprecisiones en la mitad de la cancha que impiden que el once de Varela prevalezca ante sus rivales. No hay un conductor claro y tampoco variantes.
Hay pocos destacados a nivel individual y para colmo las lesiones están jugando en contra. Las pocas claras son desperdiciadas de manera increíble como aquel contraataque de Hachen y Leguizamón que no terminó en gol en el ST. Hay buenas intenciones pero por ahora se confunden en la nada.
La próxima parada será vs Vasco por la Sudamericana y ya no hay tiempo de equivocarse. Ningún sistema táctico es más importante que el objetivo de avanzar lo más alto posible en la Copa. El jueves hay que ganar. Con el esquema que sea, pero hay que ganar.
