En un partido sacado totalmente de contexto ya que el resultado de Independiente había liquidado todas las aspiraciones de avanzar a la ronda Campeonato, Crespo atinadamente utilizó este duelo ante Central Córdoba para probar a varios juveniles de su plantilla y en mayor medida le respondieron.
Breitenbruch, Paredes, Coacci y Merentiel fueron los que habitualmente tienen minutos y salieron de arranque mientras que el resto del equipo que salió de titular fue casi inédito.
En los primeros minutos se notó algo de miedo escénico, hubo fallas en el medio que le posibilitaron a los santiagueños llegar con facilidad al arco de Ledesma e incluso ponerse en ventaja por dos goles. Una buena combinación entre Merentiel y Villagra por derecha provocó el gol del 9 y arrancó otro partido. Mucho más intenso y con un Defensa más suelto y convencido de que podía venir el empate.
El segundo tiempo fue mucho más favorable para Defensa con gran predominio sobre su rival y la igualdad llegó de cabeza con Paredes. El 2-2 era el resultado que iba perfecto con el partido pero para el final se acrecentó la crisis en los números que sufre el once de Crespo y Rosales se robó el partido luego de desparramar a Ledesma. En un choque sacado de contexto, el Halcón puede seguir pensando que en este club hay futuro, por eso no hay problema. Lo que sigue preocupando es el presente.
