En este tipo de partidos, el equipo que llega como candidato corre mucho riesgo de confiarse y terminar pagando caro la motivación extra que trae el rival. Ya hubo muchos casos de batacazos en esta edición de la Copa Argentina y había que golpear rápido para que Gimnasia no dé la sorpresa y propine un golpe que luego se torne difícil de remontar.
Sin embargo el conjunto del Norte lejos estuvo de incomodar al Halcón por méritos propios. Desde el minuto cero el once de Beccacece manejó la pelota casi sin que el contrario la llegue a tocar y extendió su monopolio durante gran parte del partido. Anotó rápido por intermedio de Uva Fernández y ahí nomás extinguió las esperanzas del Albo.
Pudo haber ampliado el margen varias veces con Aliseda, Ciro Rius e incluso Rafael Delgado. Pero no hubo convicción en la puntada final. Gimnasia pudo haber tenido situaciones claras tras algunos errores del fondo, pero también se apuraron para definir e incluso se evidenció mucho la diferencia física. Y más sabiendo que Beccacece puso mayoría de titulares.
En líneas generales, Defensa no brilló pero sí hizo pesar la lógica. Era el que estaba obligado a avanzar y avanzó. La diferencia fue acotada, pero sí se ajustó a un trámite que dejó muy poco para el recuerdo.