Acaba de terminar el partido, uno de los más sufridos en un campeonato repleto de partidos sufridos, y la locura se desata. El plantel se abraza y se va derecho a festejar un triunfo más de cara a la cabecera que apunta al Matadero. Pese a que este equipo nunca deja de creer, parece no creer hasta donde llegó. Se metió la clasificación a la fase de grupos de la Libertadores en el bolsillo y se puso a un solo punto de Racing a falta de tres fechas para el final.
Ya no hay lugar para mesuras, todos en el estadio cantan que hay que ganar en Avellaneda para dar la vuelta. Poco importa que los partidos se ganen en los últimos minutos, Defensa es el mejor del fútbol argentino y tiene con qué salir campeón. Todos en el Matadero lo saben y por eso el delirio.
Luego el equipo vuelve al vestuario (donde siguió la fiesta) y los hinchas se retiran del estadio soñando con ganar en Paraná y con que Belgrano le haga fuerza a la Academia de Coudet. La sensación a la salida del Tomaghello es la de que algo increíble está a punto de ocurrir. Tal como lo dijo Beccacece, este plantel ya dio más del 100 por ciento pero parece estar dispuesto a dar un poco más en estas tres contiendas finales. Ellos tienen la misma ilusión que toda una ciudad: bordar una estrella por encima del escudo de Defensa. Cada vez falta menos.
El dale Deee se escucha atronador en la noche— Defensa y Justicia (@ClubDefensayJus) 12 de marzo de 2019
Arrancó el encuentro pic.twitter.com/O3rovhSjA9
¡De la tribuna al vestuario! Así celebró el plantel de Defensa la victoria que los metió en la Copa Libertadores. pic.twitter.com/WszV0psxpD— SportsCenter (@SC_ESPN) 12 de marzo de 2019