La tormenta en el Nilton Santos jugó un papel fundamental que perjudicó a ambos bandos a la hora de la generación de jugadas. Sobre todo a Defensa, que presentó una alineación semi alternativa ya que las principales figuras arrancaron desde el banco. De igual manera el equipo conducido por Nico Diez (Beccece suspendido) tuvo el manejo de la pelota aunque con situaciones de gol prácticamente nulas, mientras que Botafogo dejó una imagen pobre teniendo en cuenta su localía.
En el complemento ingresó Rojas para hacerce cargo del único tiro libre cerca del área que tuvo el partido. Martínez jugó de cinco ya que Bareiro estuvo de líbero y Miranda se fue para la derecha. La única clara fue de contra con el arquero tapándole un gran mano a mano a Uva.
Luego nada más, ya que a ambos les pareció buena la idea del 0-0. Estaba todo controlado, pero ese golazo de Erik cambió el duelo de manera radical. La ventaja es brasilera y se jugará distinto en la vuelta. No hay mucho para lamentarse, sólo focalizarse en lo que viene.