Imposible reprocharle algo a este plantel luego de esta noche en el Libertadores. La parada era brava pero a fuerza de empuje el equipo se llevó por delante a Junior y ya de temprano metió los dos goles que forzaban los penales.
Los colombianos recién reaccionaron con el 0-3, metieron los delanteros que tenían en el banco y descontaron con un gol de otro planeta de su jugador más desequilibrante. Quedaron 15 minutos para intentar el gol de la clasificación pero no llegó. La más clara fue un remate de Bordagaray en el vértice del área chica que dio en el travesaño, justo en la última de la noche.
Si bien el gol anulado hizo enojar a todo el Libertadores, jamás desestabilizó a Defensa, otro gran mérito. El desgaste de todos fue inconmensurable. Mereció clasificar.