El triunfo en Cali fue un triunfo bien a lo Defensa ya que fiel al estilo que lo llevó a Primera, la gran figura fue el equipo. En lo que va del año tuvo partidos en los que los resultados no se dieron, pero la esencia no se pierde y en la noche más importante del semestre salió a relucirse como nunca antes.
Lolo Miranda fue determinante ya que participó del tercero y anotó ese segundo gol que fue un auténtico golazo. No solamente por el zapatazo que sorprendió al arquero colombiano sino por cómo la peleó en mitad de cancha.
Sin embargo no estuvo sólo ya que el resto lo acompañó muy bien. Hubo garra con Almeida, voz de mando con Barboza, sutileza y precisión con Márquez y cada vez que se lo exigió a Unsaín respondió. El arquero tuvo gran mérito ya que en los avances caleños se le notó una gran seguridad y fue una de las columnas principales.