El primer encuentro se disputó con el Club Cultura y el equipo defensista estaba integrado por: Andino, Cafferata, Onésimo Villalba, Modesto Vives, Vicente Cortina, Leopoldo Forneris, Julián Malceñido, Elido y Ernesto Calvi, Pancho Barbalán, Alfredo Scrocchi, José Negro, Juan Pagani y Lindo Roselli.
La cancha la había conseguido José Negro, frente al almacén La Colorada, pero como quedaba un poco retirada del centro, decidieron trasladarse a la calle Pringles entre Mitre y Boccuzzi, para finalmente ocupar el terreno ubicado en la calle Lavalle entre Gral. Paz y Entre Ríos. El lugar contaba con una casilla para vestuario y baños, que se usaron hasta que el fútbol dejó de practicarse en la Institución.
Defensa siguió creciendo a ritmo acelerado, dejando de ser un club de barrio, para transformarse en el Club del pueblo y entonces se dio el gran salto, trasladar la sede e irse al centro para brindar más comodidad a los asociados que ya pasaban los 500. Así fue que la mudanza se dirigió a Av. San Martín 347.
En los campeonatos regionales Defensa y Justicia logró en los años 1936 y ’37 el 2º puesto entre más de 10 participantes.
El impulso de aquellos años que siguió por décadas, fue gracias a todos los hombres con espíritu tenaz, batallador… que a través de estos 83 años han hecho posible vivir en la actualidad, esta soñada realidad.
Por Aníbal Girón Socio Vitalicio Nº 473
La cancha la había conseguido José Negro, frente al almacén La Colorada, pero como quedaba un poco retirada del centro, decidieron trasladarse a la calle Pringles entre Mitre y Boccuzzi, para finalmente ocupar el terreno ubicado en la calle Lavalle entre Gral. Paz y Entre Ríos. El lugar contaba con una casilla para vestuario y baños, que se usaron hasta que el fútbol dejó de practicarse en la Institución.
En los campeonatos regionales Defensa y Justicia logró en los años 1936 y ’37 el 2º puesto entre más de 10 participantes.
El impulso de aquellos años que siguió por décadas, fue gracias a todos los hombres con espíritu tenaz, batallador… que a través de estos 83 años han hecho posible vivir en la actualidad, esta soñada realidad.
Por Aníbal Girón Socio Vitalicio Nº 473
