Cualquier intento por menospreciar este 4-1 del Halcón vs Temperley será inútil ya que la superioridad del conjunto de Vojvoda fue mucho más que evidente. Salió decidido a jugar este duelo como una auténtica final ante un equipo que también se jugaba una final.
Si bien hasta antes del primer gol el trámite era parejo, con la apertura del marcador ya no hubo ninguna paridad. Dos de los tres goles del PT fueron un regalo del arquero rival, pero no hay que omitir el gran oportunismo de los de Varela a la hora de definir. Una falencia que se corrigió.
Con la goleada crecieron las individualidades y hubo lugar para que varios futbolistas recuperaran la confianza perdida, por ejemplo la línea defensiva. Se pudo haber ampliado el marcador dos veces con Bordagaray, pero no estuvo fino. Gran triunfo del Halcón. Quiso Celeste y no le costó.