Juan Kaprof pudo haber liquidado el partido apenas comenzado, sin embargo no le atinó al arco de Jandrei y le dio otra vida a los brasileros. Lo aprovecharon muy bien ya que el cabezazo certero de Tulio de Melo tras una pelota parada fue la puñalada justa que estableció el 1 a 0 definitivo que forzó la serie de penales.
Aquí ellos no fallaron, tuvieron mas convicción y precisión para establecer el 4 a 2. En los 90 fue un duelo por demás parejo, además de la del primer minuto Defensa pudo haber convertido por intermedio de González y antes Arthur falló lo que pudo haber sido el 2 a 0.
La sensación que queda es que Chapecoense ganó con muy poco, sin embargo fueron infalibles desde los doce pasos. El Halcón no lo hizo y por eso se quedó sin la llave a Río de Janeiro.