Cambia el entrenador pero la historia es siempre la misma: Defensa domina a su rival, lo tiene en el suelo para liquidarlo y por perdonarlo se termina yendo con las manos vacías. Encima la mala fortuna también juega en contra.
El de hoy era un partido sumamente ganable y así se palpó durante todo el primer tiempo en donde el equipo manejó las acciones como quiso. Con una línea de cinco que de a ratos se hacía línea de tres se lastimó por todos lados hasta el gol de Stefanelli.
Incluso se pudo ampliar el marcador pero se tomaron malas decisiones arriba. Con la ventaja, el Halcón cedió terreno. Con la lesión de Ríos, el local se quedó con diez, sin ningún delantero y Patronato se animó hasta llegar al empate y luego al triunfo. Todo en un abrir y cerrar de ojos.