Hoy se cumple un año del 1-0 ante San Martín que posibilitó el ascenso del Halcón en San Juan. Es el primer aniversario de una fecha que ninguno de los hinchas varelenses podrá olvidar jamás.
Por Marcelo Tosoni- ¿Qué estabas haciendo hace exactamente un año?Cuántos recuerdos puede llegar a amontonar esta simple pregunta en una fecha como la de hoy. Es que un 14 de mayo de 2014, hace 365 días, Defensa y Justicia batía por la mínima diferencia a San Martín de San Juan y terminaba por concretar la proeza más grande de su vida. Tras una campaña brillante, el equipo que conducía Diego Coccaera el primero en lograr el ascenso a la Primera División y terminaba de convertir en histórica esa jornada. Muy pocos se acuerdan de como jugó el equipo esa noche y la verdad es lo que menos importa, pero sí es imborrable la mezcla de sensaciones que se hicieron presentes en los minutos finales de aquél partido. El temblor de piernas, la dificultad para respirar, la mirada constante hacia ese cronómetro que corría cada vez más lento, la cadena de recuerdos teñidos de verde y amarillo que invadían los pensamientose increíblemente también la incredulidad. Aunque eso último parezca una paradoja ya que era sabido que Defensa iba a ascender. Ya estaba escrito. Lo único que no se sabía era en qué fecha iba a terminar la espera. La preocupación pasaba por saber si finalmente se iba a ascender de local y se hacían todo tipo de cuentas para calcular cuando llegaríaese triunfo que iba a ser épico. Finalmente el destino dijo que esa gesta inmortal sea en día de semana y muy lejos de Varela. Pero poco importó, porque hubo fiesta igual. En la Patriada, en la peatonal de Monteagudo, en la sede, en Aeroparque, en la caravana, en el predio de Bosques. Todo fue alegría. Todo fue un deleite. Se esperó mucho tiempo para esto y por eso se disfrutó el doble. Incluso la mayoría de los hinchas nunca habían vivido eso de ver al Halcón en lo más alto ya que el último baño de gloria había sido en 1997 con aquél Centenariazo ante Tristán Suárez para volver a la B Nacional. Demasiado tiempo para una hinchada que merecía una alegría tan inmensa como la conquistada hace un año. Y quien también la merecía, sin dudas,erael plantel. Un grupo de jugadores humildes que siempre supieron a dónde querían llegar. La mitad de ellos arribaron como descarte de otros clubes y la otra mitad eran salidos de las inferiores del club. Todos terminaron ganándose el bronce. Principalmente Cocca, quien supo capitanear muy bien el barco y ocupó el rol de protagonista enunelenco que no tenía figuras estelares, ya que lo que más brillaba era el conjunto. Hubo rendimientos individuales muy altos, pero nadie fue más importante que el equipo. Ese fue el principal secreto del mejor Defensa y Justicia de todos los tiempos. Eso hizo de este, un plantel que pareció (y muchas veces lo fue) invencible. Quienes nos lamentamos de no haber podido ver en vivo y en directo a cracks como Moles, Bartelemi o Stefanutti, podemos agradecer el haber sido contemporáneos de Camacho, Lucero, Acevedo, Tejera y compañía y de poder haber gritado aquél gol de Brian a San Martín. Es por ahora el hito más grande que se recuerda. Y lo será hasta el día que Defensa logre algo más importante. Así como el hincha soñó ese ascenso que parecía imposible, también sueña con ser campeón en Primera a pesar de que hoy le toca vivir un mal momento futbolístico. Pero igualmente hay convicción al afirmar que ese título algún día se va a dar. Cuánto tiempo pasará para que llegue, aún es imposible de saber. Lo que sí podremos responder, aunque pasen los años, las décadas y los siglos es qué estábamos haciendo un 14 de mayo de 2014. Y cómo olvidarlo, si fue la alegría más grande de todas.
